viernes, 10 de febrero de 2012

BRIEF ENCOUNTER - David Lean (1945)


Breve encuentro” cuenta la historia de Laura y Alec, quienes se conocen a la espera de sus respectivos trenes en la estación de Milford. Sin proponérselo, empiezan una relación amorosa, la misma que se ve apañada por la culpa que sienten pues ambos están felizmente casados.


La historia es narrada desde la perspectiva de Laura a modo de flash backs. Por lo que desde el inicio ya se anticipa el final, mas no las situaciones que lo ocasionan y es precisamente esto lo que provoca seguir viéndola. La voz de Laura narra la historia, desde su inicio hasta su triste final.
En cuanto a los espacios, las locaciones y escenarios en los cuales se desarrolla el film son los justos y necesarios para no perdernos y así enfocarnos en sus dos grandes temáticas: el amor y la infidelidad. Es necesario resaltar que alrededor de la historia central se van tejiendo otras, quizás la más importante de estas sea la de la camarera y el trabajador de la estación. Algo interesante es que al inicio, cuando los amantes se están diciendo adiós, la camarera también despacha a su pretendiente. Y así, las situaciones de esta pareja podrían ir comparándose con las que viven los protagonistas, claro que con sentimientos más superficiales a los de Laura y Alec.
Por otro lado, se distinguen los planos generales, usados en algunos casos para crear el sentimiento de vacío o culpabilidad, como cuando Laura empieza a caminar luego que un policía le preguntara si se encontraba bien. Ella se aleja caminando mientras la cámara permanece a su espalda. En esta escena, también se puede apreciar un ángulo en picado, mismo que corresponde al estado de ánimo de Laura y la va hundiendo más en su culpabilidad, en sus frustraciones. De igual manera ocurre, cuando  llega a la estación, el ángulo en picado se mantiene, lo mismo que el plano general. El ángulo de la cámara es importante pues los amantes, después de haber vivido momentos de dicha, no pueden evitar sentirse culpables por sus acciones y este enfatiza el sentimiento.  
En una de las escenas finales, cuando Laura intenta suicidarse, es un momento crítico, lleno de carga emocional y David Lean explota al máximo los recursos técnicos para trasmitir los sentimientos de Laura. El encuadre es aberrante, el ruido y velocidad del tren y el parpadeo de luz en el rostro de Laura crean más confusión. Las imágenes representan los sentimientos encontrados de la protagonista.
En cuanto a la iluminación, se puede decir que debido a los encuentros nocturnos en la estación, se mantienen zonas a oscuras y se enfoca la luz en los personajes. Esta ilumina todo el cuerpo cuando los planos son abiertos, lo complejo de las situaciones que Laura y Alec experimentan requieren de un lenguaje corporal. La forma de caminar luego de un encuentro determina sus estados de ánimos y para observarlos, es precisa la iluminación.
La situación cambia durante el primer beso. Aquí vemos cómo la luz no los apunta directamente, su acto “inmoral” (Laura lo reconoce diciendo: “aquí no, alguien nos puede ver”) es protegido por las sombras, o más bien, doblemente protegido porque, además, la iluminación hace que las sombras de dos personas que se acercan, se proyecten advirtiendo así a los amantes para que se separen y nadie pueda descubrir su idilio. El enfoque de la luz también resalta en los primeros planos finales, cuando Laura quiere deshacerse de su amiga y correr tras Alec, la oscuridad al rededor de su rostro representa su abstracción de aquello que la rodea, sus ganas de permanecer en un mundo junto a Alec, sin que nadie perturbe su felicidad.
Otro aspecto es protagonizado por los movimientos de cámara. Los travelling le dan mayor dinamismo a la situación, como cuando Laura y Alec corren juntos para alcanzar el tren. La cámara los sigue, este movimiento acentúa el sentimiento de felicidad de Laura por saber que volverá a ver a Alec. Por otro lado, el travelling adopta un significado diferente en la escena en que Laura corre a través de la lluvia, tras salir del departamento del amigo de Alec. Es importante interpretar la lluvia como un elemento dramático en el contexto, esta, sumada al travelling, crea una atmósfera de culpabilidad, tristeza y hasta frustración.
En cuanto a la composición de los encuadres, en la mayoría de planos en que se ve a Laura y Alec juntos, se observa que ella está ubicada a la izquierda y él a la derecha. Desde siempre se ha asumido que las ubicaciones de mujeres y hombres es esa: izquierda y derecha respectivamente. Al mismo tiempo, podría representar la unificación de estos dos seres humanos que no pueden dejar de amarse a pesar del sufrimiento que esto implica.
La música desempeña un papel importante en la narrativa. Además de acompañar y reforzar las escenas, nos revelan que después de decirle adiós a Alec, a Laura deja de importarle su esposo, por lo menos en parte. Cuando ella llega a casa y se sienta a acompañarlo, pone música. Melancólica ciertamente. Sin embargo, durante una conversación con Alec, Laura asegura que a su esposo no le gusta mucho la música. Se entiende que la pone para evitar el incómodo silencio y así poder sumergirse en sus pensamientos.
Además, en una de las interrupción del esposo, la que se da justo después del primer beso, la melodía que pusiera Laura aumenta de intensidad, potencia. De esta forma, se desarrolla un símil con los sentimientos que Laura va teniendo hacia Alec.
En cuanto a la naturaleza humana, se puede ver una crítica a la facilidad que tenemos para mentir, sea la causa que sea. Cuando Laura le miente por primera vez a su esposo lo hace con bastante facilidad a pesar de ser una inexperta en el tema. Además, tiene la capacidad de asegurarse que no la vayan a delatar (llamando a su amiga). En este punto, se revela una gran verdad, una mentira acarreará otra. Más tarde, cuando lo llama por teléfono y le vuelve a mentir, confiesa, en su narración, sentirse culpable y aún más porque sabe que le creen, que no sospechan de ella.
En definitiva, “Brief encounter” es un film magnífico, que captura por completo la atención, al mismo tiempo que muestra el dilema que representa elegir entre lo que debemos hacer y lo que añoramos hacer. Y cómo la sociedad castiga a aquellos que osan ir contra sus principios. Al final, los amantes ni siquiera logran darse un último beso. 

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