Un
vendedor de seguros, Walter Neff, llega a la casa de un empresario petrolero
con el fin de renovar el seguro de sus autos. Sin embargo, este no se
encuentra, por lo que lo atiende su esposa, Phyllis Dietrichson, una seductora
mujer que logra convencer a Neff de asesinar a su marido y cobrar la póliza del
seguro.
Neff
idea un plan que les permitirá sobrar el doble de la póliza. Desafortunadamente
para estos amantes, Neff sucumbe ante el pánico que le genera ser descubierto
por Keyes, su jefe.
“Double Indemnity” es un film que muestra temas tan
controversiales y condenados como la corrupción, el asesinato premeditado y el
adulterio. Mismos que van construyendo una trama cautivante e inquietante, la
cual, a pesar de dar al inicio parte del desolador final, mantiene
continuamente la incertidumbre de saber cómo es que se desenredará la historia.
Al
igual que “Murder, my sweet” inicia
con el protagonista contando su versión de los acontecimientos, los pormenores
que lo llevaron hasta su situación actual y desde la primera escena muestra el
tipo de ambiente en que se desarrollará la historia.
La
iluminación mantiene el trabajo en claroscuros, sombras y oscuridad que otras
películas del mismo estilo (cine noir). Sin embargo, algo particular es que en
escenas como el primer encuentro entre Neff y Phyllis Dietrichson se sabe que
hay luz en el exterior mas esta luz no logra entrar del todo en el ambiente, sino
que se filtra entre las persianas, esto sucede en la casa de Dietrichson. Dando
a entender que lo que sucede dentro de la casa no es conocido por el exterior. Acentuando
así la concepción de que los temas tratados en la película se resuelven bajo el
tapete, fuera del alcance de la justicia o todo aquello que pueda juzgarlos.
Algo
diferente es lo que se ve en otros lugares, el departamento de Neff por
ejemplo. En este espacio, las escenas se dan por la noche, por lo que el
ambiente es iluminado con luz artificial que no es suficiente para alumbrar la
estancia en su totalidad, por lo cual, en varios momentos la imagen se oscurece
provocando así la sensación de censura.
El
film también hace uso de otros elementos dramáticos, como la lluvia. Esto se ve
cuando Neff observa desde la ventana de su departamento a Phyllis Dietrichson
marcharse. Él ya ha aceptado ayudarla por lo que la lluvia, además de brindarle
fuerza a la escena, marca el final de un statu quo y el inicio de otro, en el
que Dietrichson y Neff pasan a ser
amantes.
En
esta película, la femme fatale: Phyllis
Dietrichson empieza seducir a Neff desde el comienzo. Llenando el ambiente con
la sensualidad de su presencia. Al iniciar se le ve imponente, resalta sobre los
otros personajes, incluso su vestimenta está pensada en sacar provecho de sus
atributos. Más aún si la comparamos con Lola,
su hijastra, quien a su vez representa su contraparte.
Los
diálogos llenan de humor negro las escenas. En especial los diálogos de Keyes,
el jefe de Neff. Las conversaciones entre ambos personajes, preferente las
conjeturas de Keyes, denotan agudeza de razonamiento.
Por
otro lado, los planos cerrados (primero planos) refuerzan la tensión y ansiedad
de las escenas. Como cuando el señor Dietrichson firma los papeles para lo que
él cree es el seguro de sus autos, vemos a la señora Dietrichson y a Neff en
primeros planos mirándose el uno al otro, reafirmando el trato que tienen.
Los
delitos tienen lugar por la noche, para ocultarse entre la oscuridad de esta. Y
el número de personas involucradas es el mínimo, para evitar testigos.
Tomando
en cuenta la época en la que se desarrolla la historia, cerca del fin de la
Segunda Guerra Mundial, se podría considerar al film como una crítica a los
problemas humanos que se tratan de ocultar y que terminan siendo revelados ante
un final fatídico y pesimista.
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