El hombre de la cámara es
un film, en el cual se pueden ya apreciar muchas de las características que más
tarde describirán al género cinematográfico: documental.
Muestra el trabajo de un
camarógrafo, cómo es que llega a obtener las imágenes. Se le podría considerar el
estudio de cómo se hace el cine.
En él, Dziga Vertov plasma
su fundamento del cine-ojo. Mismo que prioriza el registro de las actividades
cotidianas, de la vida diaria en la Unión Soviética (San Petersburgo). Para
Vertov, “se trata de descifrar la vida como tal. Se trata de la influencia de
los hechos sobre la conciencia de los trabajadores”.
En el film se observa el
cine dentro del cine: metacine. Que también es considerado un género
cinematográfico. Cantando bajo la lluvia,
Cinema
Paradiso o la más reciente, El aviador, son algunos ejemplos de
esta clasificación.
Volviendo a El hombre de la cámara y su exposición
de hechos cotidianos, podemos
observar una pareja contrayendo matrimonio para después ver a otra registrando
su divorcio. O el entierro de una persona seguido de las imágenes del
nacimiento de otra. En este fragmento del film, Dziga Vertov nos muestra la
simultaneidad de los hechos, cómo es que cosas opuestas pueden estar ocurriendo
al mismo tiempo y por tal, ambas son dignas de ser registradas.