El hombre de la cámara es
un film, en el cual se pueden ya apreciar muchas de las características que más
tarde describirán al género cinematográfico: documental.
Muestra el trabajo de un
camarógrafo, cómo es que llega a obtener las imágenes. Se le podría considerar el
estudio de cómo se hace el cine.
En él, Dziga Vertov plasma
su fundamento del cine-ojo. Mismo que prioriza el registro de las actividades
cotidianas, de la vida diaria en la Unión Soviética (San Petersburgo). Para
Vertov, “se trata de descifrar la vida como tal. Se trata de la influencia de
los hechos sobre la conciencia de los trabajadores”.
En el film se observa el
cine dentro del cine: metacine. Que también es considerado un género
cinematográfico. Cantando bajo la lluvia,
Cinema
Paradiso o la más reciente, El aviador, son algunos ejemplos de
esta clasificación.
Volviendo a El hombre de la cámara y su exposición
de hechos cotidianos, podemos
observar una pareja contrayendo matrimonio para después ver a otra registrando
su divorcio. O el entierro de una persona seguido de las imágenes del
nacimiento de otra. En este fragmento del film, Dziga Vertov nos muestra la
simultaneidad de los hechos, cómo es que cosas opuestas pueden estar ocurriendo
al mismo tiempo y por tal, ambas son dignas de ser registradas.
Además, en esta parte
resalta el enunciado que define a la cámara como un ojo fílmico con un nivel
superior al humano. La cámara es el ojo que puede perpetuar momentos de la vida
diaria. Desde la primera escena se muestra a la cámara como una protagonista
del film, se ve al camarógrafo sobre una gran cámara. En otras escenas se
compara al lente de la cámara con unas ventanas que se abren y cierran
permitiendo así el paso de la luz que plasmará la imagen en el celuloide. Es
más, al final del film
Por otro lado están las
primeras imágenes de San Petersburgo, en las cuales no se observa movimiento,
al igual que la mujer, la ciudad está dormida. Y no sino hasta que el
camarógrafo sale que todo empieza a cobrar movimiento, mismo que van aumentando
de velocidad. En la parte del despertar de la mujer, el aumento del movimiento
se hace paralelamente al paso de un tren. La escena del tren provoca la
sensación que la escena de la mujer despertando contenga más movimiento. Es así
como a partir de la yuxtaposición de eventos independientes se pueden
acrecentar las sensaciones del espectador.
La película es la sucesión
de hechos reales, Vertov los llamaba kino-fraza:
“frases fílmicas”. Estas escenas son situaciones diferentes que no tienen a
un guión como base, ni han usado actores. Esto se debe a que Vertov veía al montaje como el génesis de la historia
a contar pues es a partir de este que se generan las relaciones de los temas,
personajes, acciones.
El movimiento también es un
elemento representado en el film. Se puede ver al camarógrafo caminando para
situar la cámara en diversas partes que ofrezcan mayor riqueza compositiva de
los encuadres. Ya no existe el limitante de la cámara estática, como sí ocurría
en la primera etapa del cine. Se puede ver cómo se hace uso de autos y trenes
para crear movimiento, un movimiento que acentúa el que ya posee la realidad a
filmar.
El hombre de la cámara representa
al cine como otra actividad de trabajo, en la cual cada quien tiene una
función. Así, en las primeras escenas se ve cómo cada quien se prepara en sus
posiciones, se pone la película en el cinematógrafo, los músicos esperan al
momento justo para iniciar la melodía, se abre el telón, se ajustan las butacas
y por fin se da inicio al film. También se muestran imágenes del proceso de
montaje. El trabajo delicado que requiere ir separando los fotogramas por
escenas e ir pegándolos para producir una sucesión. En esta parte, las imágenes
de San Petersburgo se van congelando hasta mostrar imágenes estáticas, a modo
de fotografías y luego vemos cómo es que en el trabajo de posproducción, cada
movimiento se ve representado en una serie de fotogramas.
También se pueden observar
algunos efectos especiales, como la sobre posición de fotogramas o la división
de la imagen en dos. La división de la pantalla se ve claramente en las tomas
de los trenes, la fusión de las dos tomas crea una sensación de caos
extraordinaria. O en la última parte del film, donde se ve bailarinas, pianista
y cantante al mismo tiempo. Esta escena en particular podría ser interpretada
como la fusión de las artes en el cine o que el cine permite la representación
de la combinación de estas.
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