jueves, 26 de abril de 2012

EL HOMBRE DE LA CÁMARA - Dziga Vertov (1929)


El hombre de la cámara es un film, en el cual se pueden ya apreciar muchas de las características que más tarde describirán al género cinematográfico: documental.
Muestra el trabajo de un camarógrafo, cómo es que llega a obtener las imágenes. Se le podría considerar el estudio de cómo se hace el cine.

En él, Dziga Vertov plasma su fundamento del cine-ojo. Mismo que prioriza el registro de las actividades cotidianas, de la vida diaria en la Unión Soviética (San Petersburgo). Para Vertov, “se trata de descifrar la vida como tal. Se trata de la influencia de los hechos sobre la conciencia de los trabajadores”.
En el film se observa el cine dentro del cine: metacine. Que también es considerado un género cinematográfico. Cantando bajo la lluvia,  Cinema Paradiso o la más reciente, El aviador, son algunos ejemplos de esta clasificación.
Volviendo a El hombre de la cámara y su exposición de hechos cotidianos, podemos observar una pareja contrayendo matrimonio para después ver a otra registrando su divorcio. O el entierro de una persona seguido de las imágenes del nacimiento de otra. En este fragmento del film, Dziga Vertov nos muestra la simultaneidad de los hechos, cómo es que cosas opuestas pueden estar ocurriendo al mismo tiempo y por tal, ambas son dignas de ser registradas. 

Además, en esta parte resalta el enunciado que define a la cámara como un ojo fílmico con un nivel superior al humano. La cámara es el ojo que puede perpetuar momentos de la vida diaria. Desde la primera escena se muestra a la cámara como una protagonista del film, se ve al camarógrafo sobre una gran cámara. En otras escenas se compara al lente de la cámara con unas ventanas que se abren y cierran permitiendo así el paso de la luz que plasmará la imagen en el celuloide. Es más, al final del film
Por otro lado están las primeras imágenes de San Petersburgo, en las cuales no se observa movimiento, al igual que la mujer, la ciudad está dormida. Y no sino hasta que el camarógrafo sale que todo empieza a cobrar movimiento, mismo que van aumentando de velocidad. En la parte del despertar de la mujer, el aumento del movimiento se hace paralelamente al paso de un tren. La escena del tren provoca la sensación que la escena de la mujer despertando contenga más movimiento. Es así como a partir de la yuxtaposición de eventos independientes se pueden acrecentar las sensaciones del espectador.

La película es la sucesión de hechos reales, Vertov los llamaba kino-fraza: “frases fílmicas”. Estas escenas son situaciones diferentes que no tienen a un guión como base, ni han usado actores. Esto se debe a que Vertov veía al montaje como el génesis de la historia a contar pues es a partir de este que se generan las relaciones de los temas, personajes, acciones.

El movimiento también es un elemento representado en el film. Se puede ver al camarógrafo caminando para situar la cámara en diversas partes que ofrezcan mayor riqueza compositiva de los encuadres. Ya no existe el limitante de la cámara estática, como sí ocurría en la primera etapa del cine. Se puede ver cómo se hace uso de autos y trenes para crear movimiento, un movimiento que acentúa el que ya posee la realidad a filmar.

El hombre de la cámara representa al cine como otra actividad de trabajo, en la cual cada quien tiene una función. Así, en las primeras escenas se ve cómo cada quien se prepara en sus posiciones, se pone la película en el cinematógrafo, los músicos esperan al momento justo para iniciar la melodía, se abre el telón, se ajustan las butacas y por fin se da inicio al film. También se muestran imágenes del proceso de montaje. El trabajo delicado que requiere ir separando los fotogramas por escenas e ir pegándolos para producir una sucesión. En esta parte, las imágenes de San Petersburgo se van congelando hasta mostrar imágenes estáticas, a modo de fotografías y luego vemos cómo es que en el trabajo de posproducción, cada movimiento se ve representado en una serie de fotogramas.

También se pueden observar algunos efectos especiales, como la sobre posición de fotogramas o la división de la imagen en dos. La división de la pantalla se ve claramente en las tomas de los trenes, la fusión de las dos tomas crea una sensación de caos extraordinaria. O en la última parte del film, donde se ve bailarinas, pianista y cantante al mismo tiempo. Esta escena en particular podría ser interpretada como la fusión de las artes en el cine o que el cine permite la representación de la combinación de estas.

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