Ahora
me encuentro leyendo Los cuadernos de don
Rigoberto. Lo cierto es que hace algún tiempo leí Elogio de la madrastra y una tarde conversando con mi prima caí en
cuenta que ambos libros están relacionados así que decidí leer la historia de
don Rigoberto a la brevedad posible. Quería saber qué diabluras haría Fonchito.
Debo
reconocer que me encanta su personaje. Entre otras cosas, me parece muy
divertido. Es totalmente impredecible.
Espero
terminarlo pronto y así comentar mejor este libro.
Pág. 12 (Edición Alfaguara)
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No me fui de la casa — lo reprendió doña Lucrecia, entre dientes—. Rigoberto me
largó como a una puta. ¡Por tu culpa!
-
No digas lisuras, madrastra —El niño alzó ambas manos, escandalizado—. No las
digas, no te sienta.
Pág. 232 (Edición Alfaguara)
-
Todas las chicas de Egon Schiele son flaquitas y huesudas y me parecen muy
bonitas--dijo Fonchito--. Tú, en cambio, eres llenita, pero también me pareces
muy bonita. ¿Cómo explicar esta contradicción, madrastra?
-
¿Me estás diciendo gorda? --se puso lívida doña Lucrecia.
(...)
-Gorda,
no. Dije llenita, madrastra --Se disculpaba, accionando.
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